Al final de mi adolescencia comencé mis estudios de Oráculos, Reiki, Aromaterapia, Cromoterapia, Flores y Masaje Terapéutico - Hice algunas consultas informales, pero nunca había llevado las técnicas al lado profesional. En ese momento, trabajaba en una biblioteca especializada y me sentía realizado profesionalmente, los libros siempre han sido mi gran pasión.  

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Después de algunos años, me mudé a una ciudad en el interior de São Paulo, donde la gran mayoría de la gente nunca había oído hablar de Reiki, Cromoterapia, y mucho menos creía en el potencial curativo de las Terapias Holísticas. Con eso entré a trabajar en oficinas, y me gradué en Logística, pero siempre con esa sensación de no pertenecer, de estar en el lugar equivocado, de no ser yo mismo.

Con el nacimiento de mi segundo hijo, opté por dejar mi trabajo para dedicar más tiempo a mi familia.  

Durante este período, reanudé mis estudios. Realicé varios cursos de especialización, tanto en Terapias Complementarias como en Desarrollo Personal, y me di cuenta de cuál era mi verdadera misión. Reviví todo lo que había hecho años atrás, de manera informal, y lo feliz y realizado que me sentía ayudando a otras personas.

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Con cada curso, con cada especialización que hice, trabajé mis heridas, mis penas, mis miedos, la reconexión conmigo misma, con mi SER. Y con cada victoria, pensé en lo gratificante que sería enseñar a otras personas a hacer lo mismo por sí mismas.  

En los cursos a los que asistí, y en mi día a día, me di cuenta de lo desconectadas que están las personas de sí mismas, de lo mucho que somatizan diversas cuestiones emocionales en el cuerpo, precisamente por esa desconexión - generando enfermedades emocionales y físicas.

Por innumerables razones, dejamos de percibirnos, de escuchar nuestro cuerpo, de prestar atención a esa vocecita de nuestra conciencia.

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"¿Qué te mueve? ¿Qué te hace verdaderamente feliz?" - Siempre había frases que me rodeaban y me hacían mirarlo en mí mismo. Fue entonces cuando comencé a trabajar con lo que me hacía sentir completo: ayudar a las personas a mirarse a sí mismas, a empoderarse.

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Vivimos en piloto automático día tras día, limitándonos, tratando de encajar en las cajitas de los demás, viviendo una vida de abuso y auto abuso que nos hace olvidar quiénes somos realmente. Yo viví de esa manera, y veo cuántas personas viven de la misma manera.

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Hoy, cuando aplico las herramientas y técnicas que tengo a mano, me doy cuenta cada día que facilitar el proceso evolutivo de quienes me buscan, ya sea para sanar su dolor físico o emocional o para participar en los cursos, es mi verdadera misión

Mi trabajo, el poder del tacto y las palabras, me motivan a despertar cada mañana. Los comentarios que recibo me animan a estudiar y especializarme cada vez más.  
 

Cuando estoy dispuesto a hablarle a un cuerpo, tocarlo, sentir su energía, su vibración, me doy cuenta de que cuidar, tratar a ese ser que está frente a mí, para ser conductor de transformaciones en la vida de esa persona, sean estas físicas o emocional - es lo que me empodera.